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La Corona de Adviento

El pasado primero de Diciembre dio comienzo el Adviento, tiempo en el que celebramos la llegada de nuestro Señor Jesús en la Encarnación, como de manera escatológica esperamos su segunda venida al final de los tiempos. Es por eso que cada domingo se enciende una vela como signo de vigilancia y espera en la corona de adviento. Pero esta corona tiene más signos igualmente importantes, veamos algunos:

Su forma circular. El círculo es la figura geométrica perfecta, puesto que, no tiene principio ni fin, análogamente, la corona posee esta forma porque nos recuerda el amor infinito de Dios el cual no tiene principio ni fin.

Las ramas verdes. Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. En la corona de adviento, este color, nos recuerda que Cristo, vivo entre nosotros es nuestra esperanza. También nos recuerda la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos cultivar durante Adviento.

Las velas. Nos permiten reflexionar en la oscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre, pero sobre todo en la esperanza de la llegada de la luz a este mundo. En la corona encontramos cuatro velas que se van encendiendo sucesivamente cada domingo previo a la navidad, con significado especial cada una de ellas, y una quinta que se prende ese día.

En la corona identificamos tres velas moradas que indican que es un tiempo de preparación espiritual, una vela rosa que se enciende el tercer domingo de adviento y representa el gozo que sentimos ante la cercanía del nacimiento del Señor. Finalmente una vela blanca o cirio que se enciende en navidad y que simboliza a Cristo como centro de todo cuanto existe.

La oración. La corona se lleva a bendecir a la Iglesia el primer domingo de Adviento, después se coloca en un lugar digno de la casa. Es recomendable que cada domingo de Adviento se reúna la familia en torno a la corona y vayan encendiendo cada una de las velas a la vez que se hace alguna oración, por ejemplo:

Rey y Salvador Nuestro: Tú eres nuestra Luz.
Ilumina a nuestra familia y ayúdanos a caminar
unidos en el amor, la fe, la esperanza y la paz,
al encuentro Contigo. ¡Ven Señor Jesús!

La Corona de Adviento no es un simple adorno, es una gran herramienta que nos puede ayudar a prepararnos para vivir la Navidad.

Por Rafael Cristalinas García

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