¿Quiénes somos?
El Seminario es una comunidad de fe, formada por el rector, los formadores y los jóvenes que se sienten llamados por el Señor al sacerdocio. Es el corazón de la Diócesis de Zacatecas, que a través del presbiterio y bajo la dirección de su obispo realizan el deber propio y exclusivo de formar a los que van a ser sus sucesores. Es una experiencia original de la vida de la Iglesia que revive la experiencia formativa que el Señor dedicó a los doce, destinada a ofrecer una formación sacerdotal a quienes son llamados por el Señor para el servicio apostólico y a cultivar más claramente su vocación, ayudándoles a formar verdaderos pastores a ejemplo de Jesucristo, Cabeza, Pastor, Siervo y Esposo de la Iglesia, y a prepararse para el futuro ministerio de enseñar, santificar y regir al pueblo de Dios.
Misión
Formar pastores según el corazón de Cristo, que respondan a las necesidades de la Iglesia de su tiempo.
Visión
Queremos ser una comunidad de discípulos misioneros, que sepan responder a los desafíos del tiempo presente, con una sólida base espiritual, con iniciativa, con alegría, espíritu de servicio, capaces de trabajar en equipo, pobres entre los pobres, con excelente formación humana y cristiana, filosófica y teológica.
Acerca del Seminario
El Seminario Conciliar de la Purísima de la Diócesis de Zacatecas fue fundado el 18 de octubre de 1869 por el primer Obispo de la Diócesis, Don Ignacio Mateo Guerra, según la ley universal promulgada por el Concilio de Trento. Como su nombre lo indica, desde sus inicios está bajo la protección de la Santísima Virgen María en el misterio de su Purísima Concepción a quien honra de manera especial.
A lo largo de la historia, destacan como alumnos de nuestra casa de formación, el santo mártir Mateo Correa Magallanes, el siervo de Dios José Anastasio Díaz López, los señores obispos José Esaú Robles Hernández, Vicente García Bernal y Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, y más de 900 sacerdotes que con la entrega generosa de su vida han dado testimonio de Cristo Buen Pastor, trabajando generosamente en el anuncio del Evangelio, encaminando a los fieles de nuestra Diócesis hacia la casa del Padre.