¡A MÍ EL SEMINARIO QUE HA CAMBIADO LA VIDA!
¡Qué tal amigos! Mi nombre es Carlos Arturo Torres Jaramillo, tengo 16 años de edad y pertenezco a la parroquia de Nuestra Señora de los Milagros en el municipio de Ojocaliente, Zac. Actualmente me encuentro cursando el 2º año de Humanidades en el Seminario Menor. Te invito a que conozcas mi Historia Vocacional.
Todo comenzó a temprana edad. Recuerdo que cuando tenía 6 años sorprendí a mi mamá al decirle que quería ser sacerdote, pues cada domingo que asistía con mi familia a misa los observaba con atención y me llamaba mucho la atención lo que hacían y el testimonio que daban. Pero el tiempo pasó y comencé a crecer, desapareciendo junto con él esa inquietud que tuve de niño.
Ya en la secundaria todo transcurría de manera normal: amigos, fiestas, juegos, deporte, diversión. Pero sucedió que visitaron mi escuela un sacerdote junto con unos seminaristas, quienes nos hablaron de la gran aventura que es esta vocación y nos hicieron la invitación a participar a un retiro vocacional, en el cual se reavivó en mi corazón algo que considero esencial en mi vida: la inquietud por la vida sacerdotal que había tenido desde pequeño, cosa que consideraba como algo muy raro en mí, pues en esos momentos tenía otras expectativas, como estudiar, casarme y tener hijos.
Transcurrió el tiempo y se llegó el momento de decidir. Había terminado la secundaria y me atreví a vivir una experiencia más cercana con Cristo en el Preseminario, el cual me ayudó a responder con un sí al Señor y comenzar a vivir una aventura extraordinaria con Él en el camino del sacerdocio.
Actualmente tengo 2 años en el Seminario y me siento muy tranquilo y feliz al estar haciendo lo que Jesús quiere de mí. He vivido de todo y he aprendido cosas nuevas que me han ayudado a crecer como persona y como cristiano. Te cuento que el estar en el Seminario ha sido una de las experiencias más hermosas de mi vida y si por azares del destino algún día abandono esta vocación, siempre me esforzaré por dar buen testimonio de que estuve en el Seminario, porque el estar aquí realmente te cambia la vida, te da una nueva visión de las cosas y te motiva a afrontar con valentía los retos que se te presenten. Por eso, al invitarte a que conozcas la historia de mi vocación, te quiero decir que a mí el Seminario me cambió totalmente la vida.
En estos momentos me siento contento y satisfecho conmigo mismo al saber que estoy cumpliendo con la voluntad del Señor en mi vida, pues soy consciente de que es algo bueno para mí y para los que me rodean. Al mismo tiempo estoy muy agradecido con Dios por haberme elegido y con mi familia por haberme inculcado valores cristianos, que me ayudaron a escuchar la voz de Dios de una manera más fácil y así poder responder. Te puedo decir que si Dios quiere que algún día llegue a ser sardote, estoy dispuesto a entregarme por completo para dar un buen testimonio de su amor en el mundo y llevarlo a conocer a aquellos que no se han encontrado con Él.
Amigo, no tengas miedo de responderle sí al Señor cuando te llame. ¡Atrévete a seguirlo! Te invito a que, al igual que yo, te decidas a tener una experiencia con Dios que te cambiará la vida y te atrevas a vivir los grandes retos que en ella se presentan.