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CULTURA LÍQUIDA

«El hombre está llamado a trascender la liquidez»

Πἀντα ρει (Todo fluye) afirmó el gran filósofo de la antigua Grecia Heráclito; y en nuestros días la afirmación mantiene aún su  fuerza, ya que vemos como nuestra sociedad vive en un acelerado cambio, donde nada permanece y todo fluye con gran fugacidad. 

El hombre inmerso en el dinamismo de la historia ha experimentado considerables transiciones, de la edad antigua al Medievo, del renacimiento a la modernidad, etc. La visión del transcurso cíclico del tiempo ha quedado atrás y en el humano se ha anidado la idea lineal, pues la experiencia le hace constatar esta realidad, la sociedad avanza y ya no quiere dar un paso atrás.  Sí, es cierto, avanzamos en una línea recta, pero en una línea en picada. De un momento a otro aparecen nuevas ideologías, nueva tendencias, nuevos pensamientos religiosos que se presentan a la sociedad como oportunidades para mejorar su situación y aportarle la mayor comodidad. Sin embargo, con todo este cambio acelerado el hombre va sumergiéndose en el océano de cosas vanas y valores superfluos, que lejos de dar una solidez al ser humano lo hace perder una forma e identidad. 

Esta situación no es ajena a la reflexión sociológica, filosófica e incluso religiosa. Zygmunt Bauman, sociólogo polaco, ha profundizado sobre las cuestiones de nuestra sociedad actual y ha afirmado que nos encontramos en una nueva época de la historia marcada por una cultura a la que denomina: “cultura liquida”. Un nuevo rostro, no muy favorecedor, de la sociedad. A continuación describiremos lo qué es la cultura líquida, cuáles son sus características y cómo influye a la sociedad del mundo postmoderno. 

  1. 1.Una metáfora de lo liquido 

«La “fluidez” es la cualidad de los líquidos y los gases. Según nos informa la autoridad de la Encyclopedia Britannica, lo que los distingue de los sólidos es que “en descanso, no pueden sostener una fuerza tangencial o cortante” y por lo tanto, “sufren un continuo cambio de forma cuando se los somete a esa tensión”.»

Esta definición con la que Bauman comienza el prólogo de su obra “Modernidad Líquida” da sentido al por qué llama “cultura liquida” al momento sociocultural que ya desde el siglo pasado hemos comenzado a vivir. Lo líquido es la figura del cambio y de la transitoriedad de la política, de lo económico, de lo religioso y de las relaciones humanas. La nueva sociedad está marcada por el consumismo, la producción y el egoísmo humanitario. Se navega por las aguas de la inseguridad, del individualismo y por el gran espacio del Internet que aunque pareciera que nos mantiene en comunicación nos aísla de los más cercanos. Las personas aparecen no como “otro yo” sino como un extraño o un desconocido. La modernidad líquida ha hecho perder la certeza de la cultura sólida que había sido forjada por valores milenarios y profundos y que ahora nos dirige a un futuro incierto y abstracto. Esta sociedad va perdiendo solidez y consistencia y como el líquido fuera de un recipiente que lo contenga pierde su forma, adaptando la de las nuevas creencias e ideologías que cambian constantemente. 

  1. 2.Características de la cultura líquida

Hay algunas características  que  distinguen a  los líquidos de los elementos sólidos, por ejemplo: derramarse, fluir, desbordarse, salpicar, verter, filtrarse, gotear e inundar. Siguiendo con la metáfora de lo líquido, las características anteriores ejemplifican la realidad de esta cultura líquida que nos está tocando vivir. Como cada época de la historia se ha distinguido por sus peculiares características, este periodo de la cultura líquida  también se distingue por sus propios rasgos:  

  • ¬La velocidad: lo más importante es ir más rápido, no importa la duración, sino, lo inmediato. Ya no pensamos a largo plazo, sino, a corto plazo. La profundidad no es importante nos movemos sólo en la superficie. Se le da más importancia a las apariencias.
  • ¬Todo es objeto de consumo: nada tiene valor en sí mismo, ni siquiera las personas, todo es instrumental. La utilidad es más importante que el valor.
  • ¬No estamos definidos por lo que hacemos: ahora lo que nos define es lo que compramos y lo que somos capaces de comprar, no nuestra profesión y a los que no pueden comprar se les desprecia.
  • ¬La única certeza es la incertidumbre: todo cambia, antes había instituciones y organizaciones sólidas que sabíamos que siempre iban a estar ahí, ahora ya no lo están, todo están en perpetuo movimiento, todo es mudable.
  • ¬Insatisfacción permanente: se busca colmar el consumismo; usar y tirar.
  • ¬Ni los políticos ni el Estado ostentan el poder los que lo tienen son los que tienen el poder económico, las grandes compañías internacionales, los ricos acaudalados que no entienden de ética, estado, moral, etc…
  • ¬Desigualdad económica: los ricos más ricos y los pobres más pobres. La clase media desaparece, lo que desencadena el aumento del suicidio, el miedo, la depresión y demás problemas emocionales.
  • ¬Comida tirada: se tira la comida por el consumo desmedido, nos convertimos en depredadores, lo que ocasiona el deterioro del planeta.
  1. 3.Influencia la Cultura Líquida en la sociedad
  1. A)Una sociedad de la incertidumbre 

Esta sociedad está marcada por la falta de confianza entre las personas, lo que genera incertidumbre, se culpa de ello a los marginados, ya que son portadores de la suciedad debido a su laxa moral, su promiscua sexualidad y su deshonestidad comercial. Son la causa del caos, del espacio social, además que la familia se ha desvalorizado,  ha dejado de ser familia para ser una simple y sencilla sociedad de socios, donde la otra persona ya no es otro yo, sino un completo extraño que provoca irritación y desagrado, pues obscurecen la claridad del mundo en que se vive. Bauman distingue esta cultura líquida por el amor flotante, que es un amor sin responsabilidad hacia el otro. Navegamos en olas de una sociedad incierta y cambiante, cada vez menos precisa. 

  1. B)La desvinculación 

Esta sociedad líquida se caracteriza por el excesivo valor económico, donde solamente se entablan  relaciones si el otro representa una ganancia, los miembros de una sociedad que no producen ingreso son vistos como desechos humanos, que solamente estorban y por lo tanto deben desaparecer, es la época de la insensibilidad donde no es conveniente formar lazos de estima, que puedan obstaculizar los proyectos personales.

  1. C)La volatilidad de las masas

La mercancía y las masas se han convertido en el nuevo régimen de la sociedad, puesto que el hombre se funda en ese mar denominado masas, sin embargo las masas no aseguran solidez, ni estructuras bien cimentadas, sino que cambian constantemente, al ritmo de la moda, de la mercancía y consumismo, creando comunidades artificiales, frágiles y líquidas.

  1. D)Miedo al miedo

El hombre tiene miedo de lo mismo que él ha creado, ciertamente se puede constatar que el hombre se ha encargado de crear sus inseguridades, en su afán de buscar la seguridad, su bienestar y confort. Todo aquello que no signifique un beneficio, representa un miedo, una inseguridad, y los temores son muchos y variados, imaginarios o reales, comunitarios o individuales, por ejemplo miedo a la violencia, miedo al desempleo, miedo a la pérdida económica, miedo al otro, miedo a la guerra, miedo a la enfermedad, miedo a la muerte y por tanto miedo al miedo.

A pesar de que la cultura líquida cada día cobra más fuerza en nuestros días, no se debe olvidar, que el hombre es cuerpo y espíritu, y  está llamado a trascender la liquidez de la vida, puesto que, solamente la experiencia trascendental puede dar sustento y solidez a la vida humana y lo ancla a la infinitud del ser de Dios.

¿Ante este panorama donde todo es fugas y carente de consistencia qué nos depara el futuro? tal parece ser que lo único que tenemos seguro es el miedo y la desesperanza. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Qué medidas podemos tomar para contrarrestar y no sentirnos acorralados por el tedio y el desencanto general? Al parecer la única vía, es que en vez de pensar que el mundo y la sociedad están para colmar mis deseos debemos preguntarnos ¿Qué puedo y aportar a la  sociedad y al mundo? No pensar qué puedo tomar, sino, qué puedo dar al prójimo: «Hay más alegría en el dar que en recibir»  (Hch 20, 35).