Cada año, antes de comenzar las clases en el Seminario Mayor (que abarca Curso Introductorio, Etapa discipular de filosofía y etapa configuradora de teología) el primer día se lleva acabo una Misa solemne y posteriormente un «acto académico» en el que se encomienda el nuevo ciclo a Dios y se presenta la cartera de materias y sus respectivos profesores, esto último a cargo del prefecto de estudios que en el presente es el padre Aurelio Ponce, también secretario canciller de la Diócesis.

En el auditorio san Mateo Correa, reunidos los seminaristas, el equipo formador y el vicario general, luego de la presentación de materias, los objetivos de cada etapa en el área intelectual y algunas exhortaciones, se entonó el himno del Seminario de Zacatecas, como tradicionalmente se hace, y ahora en un tiempo significativo, pues en el próximo mes de octubre comenzará el año jubilar de nuestro Seminario por su 150 aniversario de fundación.

Terminado el acto académico, el padre Tranquilino Romero, vicario general de la Diócesis, bendijo el aula del cíclico de teología, que fue renovada y equipada con la tecnología necesaria para realizar de manera óptima los estudios. «Esta aula fue bendecida en el día de san Gregorio Magno, un gran estudioso», dijo el padre Tranquilino, y fue una motivación para dar lo mejor de nosotros en el estudio y la formación sacerdotal. Posteriormente se tomaron las fotografías oficiales de la generación de seminaristas.

Acontecimientos como estos son importantes en la formación porque nos sitúan en el lugar en donde estamos, nos recuerdan los objetivos y nos motivan a ser buenos seminaristas, humanos, cristianos y preparados para el futuro, muchos, en el ministerio sacerdotal.