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Jóvenes en busca de su vocación

La vida es un don que Dios nos ha dado para realizarnos como personas

y responder a su llamada en una vocación concreta.

Con la finalidad de ayudar en el proceso de discernimiento vocacional y promocionar la vida sacerdotal se llevó a cabo la Jornada Vocacional para jóvenes de preparatoria y universidad, del 15 al 16 de febrero. A la invitación respondieron 25 jóvenes de lados diversos. Ellos llegaron al Seminario en el transcurso de la mañana del sábado, pronto se rompió el hielo y las relaciones personales se dieron de manera natural.

Unidos en torno al altar celebramos la misa para iniciar esta experiencia de fe. Para profundizar en la realidad compleja de la vocación, se impartieron algunos temas para la reflexión y así tener más elementos para poder hacer una opción vocacional.

Compartir la vida es lo que nos hace más humanos. No hay momento mejor para esto que el compartir los alimentos. En la hora de la comida, todos compartimos con los demás las experiencias que la vida nos ha permitido vivir.

Para aumentar la convivencia se organizó un momento de deporte y de juegos organizados. A estas actividades los participantes se imbuyeron de manera total. Entre cansancio y sudor el tiempo pasó y la diversión continuó con algunos juegos en equipo que desafiaban el equilibrio, el ingenio y la creatividad.

La noche dio paso al día y el domingo llegó. Por la mañana agradecimos a Dios por el don de la vida; por intercesión de María, con un acto dedicado a la Madre de Dios. Luego pasamos a desayunar donde la confianza y la convivencia ya eran muchas y las relaciones se hicieron profundas.Por la tarde se tuvo una dinámica que buscó suscitar la actitud de servicio a los demás, pues nuestra vida es siempre una oportunidad de servicio. El ejemplo mayor de servicio es Jesús, por eso, se tuvo un momento de adoración ante Jesús sacramentado. Finalizamos con la cena y un momento de convivencia, donde se descubrieron los talentos artísticos al escenificar con guiñoles historias espontáneas y divertidas. Después de un intenso día, llegó el momento de dormir.

Se tuvieron dos temas encaminados a dar elementos humanos y cristianos para hacer una buena elección; el último tema de la jornada trató sobre las diversas vocaciones, para que una vez conocidas se opte por una de ella.

¡Qué mejor momento para finalizar y dar gracias a Dios que celebrar la Eucaristía, sacramento de unidad! La misa fue el final de nuestra Jornada Vocacional, los muchachos, muchos de ellos acompañados de sus familiares, dieron por finalizada esta experiencia vivida. 

Prestos unos, lentos otros, pero uno a uno fueron dejando el Seminario, pero ya no eran los mismos que llegaron, nuevas experiencias, nuevas amistades, nuevos horizontes para vivir y decidir en qué vocación quieren a Dios servir.