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Jubileo, tiempo de hacer ruido

Hace ya algunos meses que iniciamos con gozo el Jubileo por el 150 aniversario de la erección de nuestra Diócesis, para muchos quizá, es un tiempo como cualquier otro, por la monotonía que de pronto invade sus vidas, o por la rutina con la que hacen cada una de las actividades que a diario realizan, lo cierto es que para cada católico que vive en Zacatecas es un tiempo de Gracia que el Señor le concede para ser mejor en todos los ámbitos de su vida, así cada día de este año nos debe invitar a renovar nuestra fe y nuestra confianza en el Señor. 

Si hacemos un recuento de cómo hemos celebrado hasta el momento, nos podemos dar cuenta que hay un gran vacío, que pasan los días y esta gran fiesta va de lado; el tiempo en que nos desenvolvemos, de pronto nos presenta circunstancias adversas que desvían nuestra atención, por un lado la inseguridad, la violencia, los bajos salarios, las pocas oportunidades de trabajo, enfermedad y dolor.

Mucho que pedirle a Dios, muchas obligaciones que cumplir; los jóvenes por un lado viviendo inmersos en una cultura que los acarrea al individualismo y al consumismo, pero lo mismo podemos decir de los más grandes y hasta de los más pequeños, ¿Cómo vivir la alegría de la fe, en esta celebración de los 150 años de nuestra Diócesis? ¿Cómo hacer ruido entre el ruido?

Es bueno hacer vida las palabras del Papa Francisco, esas en las que invitó a los jóvenes a hacer ruido, sí, un ruido que convenza y despierte al mundo, un ruido que aturda, ese que solo se puede hacer con el testimonio y la oración, un ruido que vaya contra el ruido, que capte la atención del necesitado y del triste, del que está alejado y del que está cerca, ese ruido que invite a la vivencia de esta gran fiesta que nos hace hermanos, ruido que convide y nos una a todos en la celebración del Jubileo. 

No podemos vivir un Jubileo sin jubilo, sin esa alegría que brota de la fe en el Señor Jesús, que se fortalece a través del camino de la cruz y se se hace vida en el amor y en el entregarse a los demás, solo así se llenarán los vacíos y podremos entrar en forma a esta gran celebración de nuestra Iglesia Particular. 

La vivencia del Jubileo dependerá de cada corazón y de la disponibilidad que se tenga, del pastor que anime y la oveja que responda, al respecto, podemos decir que nuestros templos nos invitan a vivir este gran acontecimiento diocesano, el ornato que se colocó en el interior y en el exterior de los templos parroquiales que de manera clara aluden a la fiesta jubilar, los retiros y asambleas que se han realizado, la motivación que muchos sacerdotes hacen continuamente a sus fieles en las celebraciones litúrgicas. 

Comenzamos y avanzamos en el tiempo, la historia se escribe rápidamente, nuestra diócesis avanza al encuentro con el Señor, atendamos al llamado que se nos hace !Estamos de Jubileo! bailemos, gritemos, se trata de hacer lío, que convenzamos con nuestra vida a los demás, que creamos, que nos apasionemos por vivir y compartir la alegría del Evangelio, eso es ser cristiano, no olvidemos la alegría de la resurrección.

Jubileo: tiempo de renovación interior, tiempo de Gracia en el Señor que nos invita a llenarnos de sus dones, es un año, 365 días, 365 oportunidades para hacer nuestra esta gran oportunidad, este gran Evento en el que nuestra Iglesia Celebra 150 años de anunciar la Buena Nueva ¡Vivamos con gozo este tiempo santo, gritemos que el Señor habita en nuestro corazón!