ILUSTRÍSIMO SEÑOR:
Tengo la satisfacción de poner en el superior conocimiento de V. S. Ilma. que la Diócesis de Zacatecas se ha inaugurado bajo los auspicios de la Inmaculada Virgen María, pues por los obstáculos del camino y el quehacer que tuve el tres del corriente, se ha verificado el primer acto de la erección el día de ayer, día dedicado al Corazón de la Santísima Señora, y día escogido por el digno Párroco de esta población para concluir de un modo más solemne el mes de María, que se había celebrado con la tierna piedad que distingue a las familias zacatecanas.
Designado el día para anunciar en la Iglesia parroquial la erección del Obispado, el Venerable Clero secular y regular, me dispensaron el honor de venir a llevarme al templo; cuyo acompañamiento me dejó sumamente complacido, no porque yo lo mereciera, sino porque ha sido un testimonio de veneración al Señor Pío Nono, de gratitud al Ilmo. Sr. Arzobispo Espinosa y de benevolencia y respeto a V. S. Ilustrísima.
Luego que llegamos a la Iglesia ocupé el sitial que estaba preparado, firmé el oficio en el que excitaba al Sr. Cura para que convocara a todas las clases de la sociedad, a fin de que se reunieran hoy en el templo para que escucharan la lectura de las Letras Apostólicas; le entregué las circulares para todos los párrocos de la Diócesis en que les he dado noticia de la erección: mandé fijar en las tres puertas del templo el auto relativo a la ejecución de la Bula, y el Secretario subió al púlpito y puso en conocimiento del Venerable Clero y de todos los fieles que hoy, día cinco, quedaría inaugurada la nueva Diócesis.
A continuación se celebró la solemnísima función del Sagrado Corazón de María, y sirvió como una Misa de acción de gracias por el favor que el Altísimo ha concedido a los Sacerdotes y al pueblo, colocando en esta Iglesia la Cátedra episcopal. En la tarde un religiosos del Colegio Apostólico de Guadalupe predicó espontáneamente un sermón en el que habló de las ventajas que en el orden espiritual y temporal van a tener los diocesanos de V. S. Ilustrísima. Invitó a todos los habitantes de la ciudad para que lo recibieran con los debidos homenajes de respeto y amor filial y excitó a los padres de familia para que las doscientas niñas que acababan de presentar a la Inmaculada Virgen María ofrendas de flores, aromas y corazones de plata pura, salieran a recibir a V. S. Ilustrísima hasta el punto que designara el Señor Cura.
Hoy, los miembros de uno y otro Clero me han honrado de nuevo con su comitiva para llevarme al templo donde ya se encontraban las autoridades civiles y lo más granado de esta ciudad. Allí dispuse que se fijara en la puerta principal y se leyera en el púlpito el anuncio de que se iba a ejecutar la Bula de erección. Inmediatamente después leyó el Secretario ese venerable documento así como los demás decretos ejecutoriales relativos a las parroquias de Pinos, Mazapil y Salinas y a las Misiones de los Huicholes. Todo esto terminó con una Misa de acción de gracias , y al fin de ella un Te Deum a toda orquesta. Está, pues, terminada la erección del Obispado de que es digno Pastor V. S. Ilustrísima; lo que me apresuro a comunicarle respetuosamente en cumplimiento de mis deberes y para que V. S. Ilustrísima se digne satisfacer lo más pronto que le sea posible los ardientes deseos que tienen los zacatecanos de verlo en su Palacio Episcopal.
Dios Nuestro Señor guarde a V. S. Ilustrísima muchos años.
Zacatecas, 5 de junio de 1864.
– Jesús Ortiz.- Una rúbrica