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Un agente ¿Para qué gente?

Los días del 22 al 25 de septiembre de 2015, se realizó en el Seminario de Zacatecas, el XVI Encuentro Nacional de Pastoral de Movilidad Humana. A esta reunión asistieron sacerdotes y laicos de todo México con el fin de replantearse el perfil del agente pastoral de los migrantes. Para esto se tuvo primero que hacer un análisis de la realidad para comprender mejor las necesidades de nuestros hermanos que viven esta situación.

De las conferencias que se tuvieron destacamos las impartidas por el Dr. Raúl Delgado Wise y Dr. Rodolfo García Zamora, ambos miembros del cuerpo académico de Estudios para el Desarrollo de la UAZ, quienes nos dieron a conocer tanto la realidad al interno del país como la problemática internacional del fenómeno migratorio. Estos temas hicieron que nosotros, participantes, nos preguntásemos ¿Qué hemos hecho por nuestros semejantes?, y visualizar las limitaciones que tenemos respecto a este tema, tanto en nuestra preparación como agentes (espiritual, pastoral e intelectual), así como en nuestro ser eclesial. Todo esto fue centrado por el Pbro. Dr. Fabio Baggio, Director del SIMI (Scalabrini International Migration Institute) con sede en Roma, quien dio una visión desde la teología de la pastoral migratoria: «para toda pastoral hay que reflexionar, organizar y transformarlo en misión, principalmente hacia los migrantes». 

De lo anterior, se reflexionó que lo mejor para realizar esta pastoral es no perder el centro que es Cristo, tener actitud de misericordia, dejar de lado lo que nos separa y buscar la unidad, vivir el Evangelio de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, mirar a los migrantes como seres humanos, tener un acompañamiento con ellos, darles el ejemplo, tener apertura y disponibilidad como Cristo, servir a los migrantes no tanto catequizar, ser ecuménico. Se dio como resultado que los agentes deben tener: ojos de misericordia y búsqueda, la boca para proclamar justicia y verdad, cerebro que piense, innove y sea coherente con lo que se hace, un corazón fuerte para luchar y amar, oídos siempre abiertos, manos dispuestas para recibir, rodillas de humildad, pies firmes para actuar, entrañas para acoger y para tener libertad y dignidad, pero sobre todo que la columna vertebral sea la fe que sostiene todo lo demás. Se reflexionó que la principal debilidad es quitar del centro a Cristo, y que esto en lugar se ser una obra de Iglesia se convierta en un mero activismo filantrópico extra-eclesial, que me lleve a lucirme a mí, y no a Cristo. 

La pastoral del migrante implica darse cuenta que el ser humano es un ser siempre en movimiento, va de un lugar a otro en busca de satisfacer sus necesidades más elementales, es por ello que la pastoral de la movilidad humana tiene sus diversas áreas que son: migrantes, turismo, itinerantes, transporte, víctimas de trata y pastoral de mar (Stella Maris). Cada área desde su aspecto reflexionó que es lo mejor, y que es lo que más urge de acuerdo a su campo, con el fin de mejorar la atención a toda persona que esté en movimiento.