Toda la vida en el Seminario está orientada a prepararnos de una manera específica para comunicar la caridad de Cristo, Buen Pastor. Es por ello que nuestra formación no sólo comprende las áreas humana, espiritual e intelectual, sino que debe tener un carácter esencialmente pastoral (cf. PDV,57). Según el segundo Sínodo Diocesano de Zacatecas, los seminaristas debemos formarnos como hombres de fe, comprometidos en la esperanza y con celo de caridad pastoral, a fin de llegar a ser profunda y auténticamente pobres de espíritu, célibes por amor del Reino y obedientes con disponibilidad total.
Por tanto, en el Seminario se tiene atención especial en desempeñar actividades pastorales que nos ayudan a abrir el horizonte de nuestra mente y de nuestro corazón a la dimensión misionera de la vida de la Iglesia (cf. PDV,58). El Seminario de Zacatecas realiza diferentes actividades en su vida pastoral como la visita a los enfermos en los hospitales, a los encarcelados, apoyar en las parroquias con el catecismo, la formación de monaguillos y equipos de liturgia, promover la vocación sacerdotal, etc. Todo esto nos ayuda en este camino formativo para llegar a ser verdaderos pastores de almas a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor (OT,4), ‘que no vino a ser servido, sino a servir’ (cf. Mc 10,45).
La vida pastoral nos hace configurarnos más y más con Cristo. En esta sección podrás conocer diferentes experiencias pastorales que los seminaristas de Zacatecas compartiremos contigo. La vida pastoral es un modo de estar en comunión con los sentimientos y actitudes de Cristo, buen Pastor y todos estamos llamados a tener entre nosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo (cf. Flp 2,5).
