«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente»
Este Domingo el Evangelio nos muestra una de la ocasiones en que quieren ponerle una prueba al Señor Jesús, en esta ocasión la pregunta es sobre el mandamiento más importante, cabe recordar que en ese tiempo había más de 500 mandamientos y la discusión sobre cuál era el más importante estaba a la orden del día, al igual que largas discusiones sobre la importancia de los mandamientos, por eso al preguntarle al Señor Jesús sobre esta cuestión, quieren que caiga en una controversia y hacerlo motivo de discusión, pues si menciona uno de los mandamientos podría ponerse en contra de un grupo de personas.
Como siempre la respuesta del Señor Jesús va más allá de la prueba que quieren ponerle y recurre al Deuteronomio (6, 2-6), el mandamiento del amor de Dios: “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” e incluye una novedad, pone como segundo mandamiento importante el del amor al prójimo (levítico 19, 18) “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Podemos darnos cuenta de la importancia y de las consecuencias de estos dos mandamientos: el amor a Dios tiene que vivirse intensamente, con todas las capacidades (corazón, alma, mente y fuerzas) el amor a Dios debe ser total, por encima de todo, por lo cual debemos poner a un lado todo aquello que nos aleje de Dios, principalmente el pecado, otro aspecto a reflexionar es la relación entre el primer y el segundo mandamiento que menciona el Señor Jesús: el amor a Dios necesariamente se manifiesta en el amor a los demás.
Esta relación entre los dos mandamientos viene indicada desde el antiguo testamento (primera lectura) donde El Señor exhorta al pueblo a que viva en la justicia y que vea por las necesidades de los más desprotegidos en el pueblo de Israel, ésta exhortación sigue siendo actual debemos ver siempre por las necesidades de los más desprotegidos en nuestras comunidades. Por lo tanto debemos esforzarnos siempre por vivir en el amor de Dios, amando y sirviendo a los demás.