Sábado 18 de octubre de 2014 día de alegría, de gozo, de dar gracias a Dios Padre porque ha permitido al Seminario festejar sus 145 años de Formar Pastores, en el marco de los 150 años de la Diócesis de Zacatecas, el Seminario también se hace presente y celebra su jubileo: padres formadores, seminaristas y todos los que laboran en esta gloriosa institución nos dimos cita en la Catedral Basílica para dar gracias a la Santísima Trinidad, que nos ha acompañado.
Danza y carros alegóricos engalanaron nuestra peregrinación, un caminar que nos recuerda todo lo que hemos recorrido junto con nuestra Diócesis: alegrías, tristezas y problemas que hemos sabido superar. La Eucaristía fue presidida por el Pbro. Jesús Rivera y concelebrada por los padres del equipo formador, durante la homilía se hizo mención de aquellos sacerdotes, religiosas y laicos que han entregando su vida al Seminario.
Luego de habernos reunido en la mesa del Señor, se realizó una pequeña convivencia para compartir también los alimentos con todos los que formamos esta gran familia.
Después, en el auditorio del museo nos deleitamos con un concierto de gala, el cual fue organizado por el Pbro. Cornelio. Se presentaron artistas, maestros y alumnos, de la Unidad Académica de Artes de la Universidad Autónoma de Zacatecas los cuales demostraron su talento impresionando con sus interpretaciones a todo el público.Ya por la tarde-noche dentro del itinerario de festejos por nuestro aniversario nos reunimos en el museo Manuel Felguérez, donde en otro tiempo fueran las instalaciones de nuestro Seminario; y escuchamos una conferencia sobre la historia del inmueble que trajo a nosotros grandes recuerdos e imágenes de cómo fue nuestro Seminario, no solo en cuanto a su infraestructura, sino sobre todo al ambiente que se vivió en antaño.
Al terminar este gran concierto, nuestro Rector Pbro. Marco Antonio Castañeda Haro nos dirigió su mensaje, agradeciendo a Dios por todos los beneficios que nos ha concedido en este largo y fructuoso caminar. Para concluir con nuestros festejos no reunimos en el patio del obispado para deleitarnos con una cena.
Celebrar un año más es motivo de gozo por todos los Pastores que Dios y esta casa de formación sacerdotal han proporcionado a esta Iglesia particular de Zacatecas. Sigamos soñando, alegrémonos, festejemos que sigue incrementando el batallón de y para Cristo Jesús.
