
En todo México se celebra este acontecimiento y por supuesto el Seminario Menor no podía ser la excepción demostrando el gran cariño que se le tiene a las almas que ya están en el cielo con Dios rodeados de su inmensa gloria. Fue una gran celebración llena de alegría y respeto hacia los que ya no están aquí con nosotros. Empezó con la repartición de altares entre grupos; el primer año de humanidades demostraron la gran admiración que se tiene a nuestros santos zacatecanos dedicándoselo a San Mateo Correa Magallanes, también conocido como el santo de la confesión debido a que prefirió morir antes de revelar un secreto de confesión. Segundo de humanidades probo la increíble admiración que sienten hacia los mártires de la guerra cristera, donde con valor y fe dieron su vida por Jesucristo con su famoso lema ¡viva Cristo rey!.

En conclusión, el día de muertos es algo que llevamos arraigados muy dentro de nosotros, por ser a nuestros seres queridos a los que se los dedicamos y en el Seminario claro que lo celebramos.