Hemos regresado a nuestra casa: el Seminario. 

Gracias a Dios después de haber tenido un merecido y necesario descanso en casa, de disfrutar de la compañía de nuestros papás y hermanos, de haber visitado a familiares y amigos, de viajar a algún lugar y realizar un cambio de actividades; el pasado domingo 17 de Agosto volvimos todos llenos de alegría, para iniciar un nuevo ciclo correspondiente a los años 2014 – 2015.

Llegamos alrededor de las siete de la tarde, unos más pronto, otros no tanto, pero al fin nos reunimos todos, como cada domingo, en la capilla a celebrar las vísperas; después tuvimos un momento de oración frente al Santísimo Sacramento, terminando con la bendición. 

Llegó el momento de la cena y fue allí donde nos reencontramos todos, nos saludamos, platicamos un poco de lo que hicimos en vacaciones, los momentos alegres y llenos de tranquilidad, las bromas que nos pasaron y sobre todo el haber estado en casa con nuestros seres queridos.

Como primer momento, nos concentramos en nuestros ejercicios espirituales que nos impartió el Sr. Obispo Sigifredo.

A todos nuestros hermanos seminaristas:

¡Feliz regreso a casa!