La realidad actual exige que todos los cristianos seamos capaces de dar respuesta a las interrogantes que ésta nos plantea, y es que no hay duda que, nuestro entorno ya no se conforma con cualquier tipo de solución, sino que exige que ésta sean bien planteada y fundamentada en un diálogo entre la razón que se ilumina por la fe, y la fe que busca ser expresada por la razón.
En todo esto los laicos tienen un papel importantísimo, debido a que, como la sal en los alimentos, dan sabor cristiano en las diferentes estructuras y lugares en donde sólo ellos pueden llegar, a saber: la política, la educación, la economía, la cultura… y sólo un laico que verdaderamente tenga sabor a Cristo podrá ser sal en medio del mundo.
Es por ello que les invitamos a fortalecer nuestra fe, su vivencia y celebración, por medio de las ciencias teológicas en la escuela de formación laical en nuestro Seminario.