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Festividades de Octubre en el Seminario

Durante el mes de Octubre celebramos dos acontecimientos muy significativos para nuestro Seminario, el cumpleaños número 61 de nuestro querido Obispo Sigifredo Noriega, y la imposición de sotana a los alumnos de primero de filosofía. 

La Misa comenzó en punto de las 7:00 de la tarde en la capilla principal del Seminario. En la emotiva homilía que el Señor Obispo dirigió principalmente a los alumnos que recibimos la sotana, nos impulsó a manifestar la fe, pues la sotana es un signo en el cual el seminarista se reviste de Cristo, pero el habito talar no es el que debe resplandecer, sino que nosotros mismos somos quienes debemos hacer resplandecer la imagen de Cristo en nuestra forma de vivir y de servir a los demás. D. Sigifredo mostró su agradecimiento para con quienes recibimos la sotana ya que, que con esto somos un testimonio de fe para todos, señaló que el pedir la sotana es una forma de manifestar nuestra fe, y decir a la sociedad que vale la pena seguir a Cristo. Concluyó su homilía diciendo que  nos esforzáramos por configurarnos con Cristo, que Él nos eligió porque confía en nosotros. Y además nos exhortó a demostrar la felicidad de seguir a Cristo con mucha alegría.

Después de la homilía, siguió la bendición y entrega de las sotanas a cada uno de los 20 seminaristas de manos del Señor Obispo. 

Al terminar la Misa, el Señor Obispo felicitó a los seminaristas que  recibimos la sotana, y  nosotros también lo felicitamos por su cumpleaños.

Luego de la Celebración Eucarística todo el Seminario, los sacerdotes, familiares de los seminaristas y, por supuesto, nuestro Obispo, pasamos al comedor, donde un grupo de seminaristas entonaron algunas canciones dedicadas especialmente para nuestro Obispo. Después de partir el pastel, D. Sigifredo tomó un acordeón y junto con un seminarista y un sacerdote, entonaron algunas canciones. Demostrando así la alegría que lo caracteriza, se despidió de todas personas que lo habían acompañado en su cena de cumpleaños, felicitando y animando a las familias de los seminaristas que habían recibido su nueva sotana.