La corona de una Reina
Cuentan que en el cielo un día en que la majestad de Dios inundaba todos los rincones de la tierra, se le acerco Jesús a su Padre y le dijo: << padre cuánto tiempo más tendré que esperar, no puedo estar alejado de ella y ella de mi>> a lo que dijo Dios: <<hijo mío tienes razón, ya es hora que Gabriel baje y la traiga ante nosotros>>.
En ese momento bajo Gabriel a la tierra como lo había hecho alguna vez y llegó con la que alguna vez que se dijo esclava, a anunciarle que pronto seria reina, así fue y en pocos momentos ella cayo dormida en el amor a Dios, sus hijos al verla lloraban, y la llevaron al lugar donde le dirían adiós después se despidieron con lágrimas en los ojos, mientras que en el cielo el Todopoderoso daba la orden:
Que suba a mí la más bella paloma,
La que siempre fue amor hacia mí,
Y compasión hacia los demás.
En ese mismo momento se abrieron los cielos y subió en medio de querubines y alabanzas de los ángeles, si así es era ella “María” que los ángeles ya ansiaban su llegada, levantó sus dulces ojos y observó a su tan querido Hijo que la esperaba en sus manos con una corona de 12 estrellas, para nombrarla reina de ángeles y hombres; al llegar a su presencia la virgen dijo: <<hijo no soy digna de tan grande honor>> a lo que el Hijo responde: << claro que si madre querida, porque ¿Quién más puede merecerlo? Si no eres tú mi Madre>>.
La coronó y los cielos se llenaron de júbilo porque al fin su reina había llegado. Allá en la tierra los discípulos retomaron su camino al oír tan melodiosas alabanza y elevando los ojos al cielo no paraban de alabar a Dios. Puesto que María se encontraba reunida con su hijo amado que estaba en el cielo.
Y tú si tienes un poco de fe, y levantas los ojos al cielo podrás ver ahí sentada a la “Reina del cielo”