Categories: Sin categoría

Motivamos la oración en Familia

Hola, mi nombre es Ricardo Herrera Alvarado, estoy cursando el primer año en la etapa de Filosofía del Seminario Conciliar de la Purísima y, esta vez, me corresponde hablarles sobre la experiencia pastoral que vivimos mis compañeros y yo en el centro de pastoral que se nos asignó.

En esta ocasión nos toca cumplir con el mandato del Señor de “Id por todo el mundo, y predicad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15) en el Templo de san Mateo Correa de la colonia Colinas del Padre, de la ciudad de Zacatecas. Para comenzar con el trabajo nos dimos a la tarea de visitar cada uno de los hogares de las familias que viven en esta colonia, ya que hoy en día se ve aún más la necesidad de salir al encuentro de todos los hombres que, en medio de un mundo lleno de tanta tecnología, está necesitado del mensaje de amor y de salvación de Dios. Al llegar con las familias la mayoría nos recibía con alegría, se ve que todavía se siente la sed y la necesidad de escuchar y conocer la Buena Nueva de Jesucristo.

También todos los sábados por la tarde rezamos el santo Rosario por las casas para fomentar la oración en familia, puesto que en estos tiempos tal vez muchos hablamos de Dios, pero muy pocos hablamos con Dios. Antes del Rosario se da una pequeña reflexión a la familia y demás personas que hayan asistido, donde todos tienen la oportunidad de aclarar sus dudas y expresar sus experiencias de cercanía con Dios. 

Otra labor que estamos realizando es la de formar un coro con los niños y adolescentes de esta colonia para acompañar y embellecer más la celebración Eucarística, hemos encontrado mucho apoyo y disposición de parte de los niños y papás pues cada vez hay más participación en la Santa Misa que se celebra todos los domingos al medio día y a la cual también asistimos para prestar el servicio litúrgico.

 Somos seis los seminaristas encargados para cumplir con esta labor; con la que, a la vez que compartimos la fe con la porción del pueblo de Dios que ahí se encuentra, también aprendemos mucho de ellos y se fortalece y se aviva cada vez más nuestra vocación. Nos da mucha alegría poder ayudar desde ahora en la construcción del Reino de Dios y esperamos seguir con nuestra misión en esta colonia o en cualquier otro lugar al que el Dueño de la mies nos llame a trabajar en sus campos.