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¿Qué hace el Seminario en internet?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde que salió a la luz la interesante propuesta de una página web del Seminario se han levantado, como en toda proposición, voces que apoyan el proyecto, otras tantas que, indiferentes, lo condenan, y algunos más, que han preguntado con escepticismo qué tiene que hacer el Seminario en internet, especialmente en las redes sociales.

Sin embargo, todos estos cuestionamientos has calado hondo, me parece que son tan serios como cuando se pregunta qué hace un cristiano comprometiéndose en la caridad con sus hermanos y en todos los asuntos sociales después de su participación en la Eucaristía. La respuesta es evidente: Sólo se está actuando en consecuencia, con coherencia y fidelidad. 

¿Por qué, entonces una página web del Seminario? La Iglesia anuncia al Dios Trino que se ha revelado y comunicado en Jesucristo y que, comunicándose nos ha permitido entrar en comunión con él y con su diálogo salvífico de amor.  Toda la historia de la salvación, desde la creación y hasta lo que se refiere a la consumación final, es un evento comunicador: Dios que habla al hombre, que lo invoca como amigo, y que lo interpela con la respuesta de su propia vida, con un sí o un no a la salvación que se le ofrece. El misterio de la encarnación, tan central y original del cristianismo y de la historia humana, aparece como el diálogo profundamente esclarecedor y dador del sentido último de todo lo creado: Por la encarnación, la Palabra se ha hecho carne, y en su Verbo humanado Dios ha asumido el lenguaje de los hombres y toda la naturaleza humana para efectuar purificación y redención. En el Verbo encarnado el Padre ha pronunciado su amor definitivo y eterno por el hombre. 

La Iglesia, nacida de la voluntad del Señor Jesús y por mandato suyo, ha recibido la misión esencial de predicar el evangelio, de anunciar esta buena nueva de la salvación. Ella tiene la misión de hacer presente a su Señor por la palabra y la santificación, y así, seguir ofreciendo a todos, sentido y salvación. 

Por tanto, los cristianos no comulgamos con un dios mudo e inoperante, sino con el Dios Trino que pronunciando su Palabra sigue actuando en el mundo. Creemos en Dios cuya Palabra eficaz, tal como era entendida entre los hebreos con el término Dabar, hace lo que dice, desde que en su Voluntad quiso crear al mundo y al hombre con el poder de su Verbo. Creemos en Dios cuya Palabra, presente también en la Escritura, sigue congregándonos, hablándonos y edificándonos.

De ahí que, mientras haya en el mundo hombres buscando con seriedad el sentido a su problemática existencia, mientras haya espacio en el corazón del hombre para escuchar la respuesta por tal sentido, y mientras haya lugar para el lenguaje, el diálogo y la comunicación, la Palabra de Dios debe seguir resonando por mediación de su Iglesia, también en internet, también en las redes sociales, para iluminar con su potencia nuestras complejas realidades.

El Seminario se abre a las nuevas tecnologías

El Seminario quiere ser fiel a esta tarea de la Iglesia, a la que se siente especialmente asociado por ser el lugar donde se forman quienes serán, por la ordenación sacerdotal, los pastores y predicadores autorizados del pueblo de Dios. El Seminario quiere ser, en medio de nosotros y de nuestras ocupaciones habituales, voz y espacio para dejar que la Palabra de Dios y su mensaje sigan llenando nuestra vida y la vida de quienes nos rodean; quiere recordarnos que, en nuestros ambientes de trabajo, en la oficina, en el hogar, en el negocio, etc., Dios nos sigue hablando, nos sigue sanando y nos sigue llamando a la salvación: ¡No echemos en saco roto su Palabra!