Estas vacaciones consisten en salir a una comunidad con el fin de establecer una comunicación entre los mismos compañeros y con todas las personas de esa localidad.
En esta ocasión, las vacaciones de comunidad del Curso Introductorio Diocesano, se vivieron del día sábado 22 al domingo 30 de agosto, en donde 20 jóvenes y 2 sacerdotes se dirigieron al municipio de Huanusco, Zacatecas en una comunidad llamada “La Palma” para adentrarse en esta maravillosa aventura.
Los sacerdotes que nos acompañaron son el Pbro. Omar Alberto Sarmiento García (prefecto de disciplina) y el Pbro. Vicente Haro Campos (encargado de la vida espiritual). El Pbro. Raúl Gaytán Zapata (cuasi párroco de San José de la Palma) nos hizo el favor de hospedarnos en su casa y fue él quien nos hizo la invitación; desde aquel momento pudimos apreciar la hospitalidad y la alegría que él tenía para con nosotros.
La gente de esta hermosa comunidad estaba muy entusiasmada por nuestra llegada, su cariño hacia con nosotros es algo que no se puede explicar fácilmente, pues es hermoso ver cómo las personas son tan generosas con nosotros y la participación de cada una de ellas en las diferentes actividades, pues ellos nos ofrecieron lo que tenían, siendo muy humildes y sin grandes recursos, se dispusieron totalmente al servicio y disposición.
La experiencia que tuvimos fue nueva y además ésta en el transcurso de la semana nos fue ayudando para conocer a las generosas personas y por consiguiente a nosotros mismos e ir consolidándonos como grupo a través de las diversas actividades. Dentro de las actividades realizadas están el rezo del Santo Rosario por las calles, visitar las distintas comunidades que conformaban esta cuasi parroquia, paseos por la sierra, y lo más importante, convivir un momento con aquellas personas que conforman toda esta comunidad; fuimos a un lugar llamado “La Antorcha”, una capilla establecida en un cerro a dos horas caminando de la casa de una humilde señora, Doña Sabinita, quien nos ofreció su hogar para descansar. La subida fue muy pesada pero conforme fuimos avanzando, veíamos la hermosura del paisaje; al llegar a la capilla donde se encontraba la virgen de Guadalupe sentimos una gran satisfacción, ahí celebramos la Santa Misa presidida por el Pbro. Vicente Haro campos.
Algo que hicimos con gran frecuencia, fue visitar lugares donde había abundante agua para poder nadar un rato y seguir conviviendo de entre esos lugares nadamos en un ojo de agua, en el “Salitrillo”, donde se encontraba un charquito del cual brotaba agua caliente; También fuimos a La Cueva, un balneario donde nos divertimos mucho y disfrutamos de hermosas experiencias todos juntos.
Llegó el día de volver al Seminario, el día 30 de Agosto, después de tener la Misa de acción de gracias por todo lo que vivimos en la semana gracias a toda la gente; después hubo convivencia y despedida. Tuvimos un encuentro amistoso de basquetbol, el cual ganamos 35-37.
Las vacaciones de comunidad nos ayudaron a conocernos como personas y a acrecentar más nuestra vocación, aquella hermosa experiencia nos inspiró todavía más para seguir adelante con nuestro llamado, estamos agradecidos con Dios y con todas aquellas personas que compartieron con nosotros momentos, agradecemos su hospitalidad, amabilidad, amistad y sobre todo su generosidad.